Unexpected СhallengesDesafíos inesperados
Difficult photo shoots... there were many of them, and each of them left vivid memories.
Once my model Elena and I decided to shoot in the attic of an old house. The keys to it were kindly given to us by one of the tenants, and we eagerly went upstairs. It was in the middle of a hot summer day in July, when the sun was scorching so hot you just wanted to hide in the shade. But as soon as we reached the attic, we were in for a real surprise: instead of the usual coolness, we found ourselves in a real greenhouse, where the temperature reached 50°C.
The unbelievable heat immediately did its job: the model and I were covered in sweat and it was getting harder and harder to breathe. Nevertheless, we didn't give up and decided to take some shots. Standing in this heat, we were able to adjust to the work, and in these difficult minutes we were able to capture some incredibly beautiful and atmospheric shots.
However, after only 5 minutes of shooting, Elena started to pass out from overheating and we urgently had to go downstairs. Fortunately, we managed to take a few shots that became real masterpieces.
Sesiones fotográficas difíciles... hubo muchas y cada una de ellas dejó recuerdos vívidos.
Una vez, mi modelo Elena y yo decidimos hacer una sesión fotográfica en el ático de una casa antigua. Uno de los inquilinos nos dio amablemente las llaves y subimos con entusiasmo. Era un caluroso día de verano de julio, con un sol abrasador que daba ganas de refugiarse en la sombra. Pero en cuanto llegamos al ático, nos llevamos una auténtica sorpresa: en lugar del frescor habitual, nos encontramos en un auténtico invernadero, donde la temperatura alcanzó los 50 °C.
El calor insoportable hizo su trabajo de inmediato: la modelo y yo estábamos empapados en sudor y cada vez nos costaba más respirar. Sin embargo, no nos dimos por vencidos y decidimos tomar algunas fotos. Con este calor, pudimos adaptarnos al trabajo, y en esos minutos difíciles pudimos capturar unas fotos increíblemente hermosas y evocadoras.
Sin embargo, tras solo 5 minutos de rodaje, Elena empezó a desmayarse por el calor sofocante y tuvimos que bajar urgentemente. Por suerte, logramos tomar algunas fotos que se convirtieron en auténticas obras maestras.
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