En 2009, cuando tenía 14 años, me compré mi primera cámara profesional. Desde entonces, he probado todos los géneros de la fotografía y solo en el desnudo encontré mi vocación. Creo que solo a través del desnudo es posible mostrar quiénes somos, y somos, ante todo, hijos de la naturaleza. Tomo fotografías de personas sin maquillaje, ropa ni manicura, no retoco a las personas en mis fotografías porque solo sin todo el oropel se puede mostrar lo hermosa que es una persona. Solo una persona y una cámara, y nada más. Con mis fotografías, ayudo a las personas a amarse a sí mismas tal como la naturaleza nos creó, porque ¿cómo podría haber creado algo que no sea hermoso?
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